ORACION A SAN ALEJO PARA ALEJAR (PERSONAS, ENVIDIAS, MAGIAS, ENEMIGOS, MALES...)

Gloriosísimo san alejo,

a quien veneran los fieles con gran devoción

y eres llamado "el hombre de Dios."

Tus padres te enseñaron con la palabra y el ejemplo

que las ayudas que se reparten a los demás

se convierten en tesoros para el cielo

y sirven para borrar pecados.

Por eso tu, bendito san Alejo

ya desde pequeño repartías entre los necesitados

amor y cuánto dinero conseguías,

y después, en tu vida, prestaste muchas otras ayudas,

y con ello ganaste todas las bendiciones del Señor.

Así pues te invoco en estos duros momentos 
bondadoso san Alejo,
para que me otorgues tu eficaz protección

y me concedas tu poderosa ayuda para alejar a:

(decir lo que se desea obtener), 

no me desampares ni de noche ni de día,
 en cualquier momento y cualquier situación; 

así mismo te suplico que veles por mi persona

y me alejes de enemigos

que procedan de mala fe contra mí,

líbrame y aléjame del poder del demonio,

de los hombres malvados,

de animales feroces y de brujerías y hechicerías.

San alejo, san alejo, san alejo,

tres veces te he de llamar,

todas las veces que se me ofrezca,

para que me libres de todo mal.

Tres cruces te ofrezco,

(hacer la señal de la cruz tres veces)

que es señal de buen cristiano,

para que detengas la mano criminal

al villano que quiera hacerme mal.

Frena también la lengua

al que mal quiera hablar de mí,
aleja los malos ojos que se posen sobre mi,
y las envidias, los actos y acciones del enemigo cruel.

Te ruego piadoso san Alejo,

que protejas a mi familia, a mi hogar,

que no abandones los alrededores de mi casa

así como todo lo que esté a mis pies

y sea de mi obligación.

Amén, Jesús.

Oh, glorioso San Alejo mío,

tú que tienes el poder de alejar todo lo malo

que rodea a los escogidos del Señor,

te pido que alejes de mí a mis enemigos
y a las personas que me quieran perjudicar,
 así como también presérvame del mal y del pecado

y por último, bendito san Alejo,

aleja al que viniere a mí para hacerme daño

 ponme tan lejos de males y enemigos

que jamás me encuentren ni vean.

 

Así sea.

Rezar el Acto de Contrición (Señor mío Jesucristo...),
tres Padrenuestros y tres Glorias.